La hostelería flotante, de gran confort hasta gran lujo, tiene una
fuerte presencia en las aguas polinesias.
Los paquebotes de gran lujo (el Gauguin, los 2 Renaissances) proponen,
con salida desde Papeete, cruceros de una semana u once días por
las islas, mientras que los que tienen base en Raiatea, más reducidos
pero más lujosos, seduce a los viajeros con fórmulas de cuatro
a cinco días.
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Actividades
Náuticas[TOP]
Los cálidos mares del sur representan uno de los mayores atributos
de Tahiti y sus islas. La fauna submarina es la imagen de la diversidad
de los archipiélagos y de sus fondos marinos.
Cualquier hotel proporciona todas las comodidades que el turista espera
obtener :
- Los turistas que no practican el buceo (submarinismo) pueden relajarse
alrededor de la piscina o en las playas de hermosa arena blanca. Pueden
también descubrir con gafas y respirador los tesoros que albergan
las lagunas, o hacer esquí acuático
- Las excursiones a los islotes de las lagunas se acompañan a menudo
por una fogata en la playa donde se asan pescados frescos, entre los que
destaca el sabroso "ume" pescado pato de las lagunas y los pequeños
carangues.
- El paseo en barco de fondo de vidrio es también la ocasión
de descubrir la luz de estas aguas y de admirar los delfines zigzagueando
entre las olas de los macareos (o barra).
- Los turistas pueden también asistir al "shark-feeding"
en las lagunas. Espectáculo orquestado de muchos clubes de buceo
procurando siempre sensaciones fuertes a los aficionados a este deporte.
Los turistas pueden observar como un tahitiano alimenta con sus manos a
un gran grupo de peces. No es raro cruzarse con tiburones grises, amarillos
o de aleta negra entre los peces, mariposas o cijuranos, sin olvidar a las
inquietantes morenas y las majestuosas rayas manta.
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Los aficionados de la pesca deportiva en alta mar tienen igualmente la
posibilidad de alquilar un velero o un catamarán a vela por un día
para pescar placenteramente.
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El
turismo verde [TOP]
Las actividades náuticas no son las únicas que los visitantes
encuentran. Para los amantes de la naturaleza, Tahiti y sus islas ofrecen
numerosas excursiones pedestres o paseos a caballo o en coche. Sobre esta
tierra fértil, todo crece, se transforma y entrega los más
bellos especímenes tropicales, comenzando por la reina de las flores
polinesias, el " tiaré tahiti" presente en todos los jardines
, y que a las polinésicas les gusta llevar en el pelo.
En los hosteles proponen múltiples actividades. A la hora de la
cena un grupo folclórico baila al son del "toere", e invita
a los turistas a participar en su baile. Una bailarina muestra como se ata
el pareo ; unas "mamas" descubren sus secretos sobre el modo de
trenzar o de confeccionar un "tifaifai".
Los visitantes pueden pasear y hacer compras. Hay numerosas tiendas situadas
en los alrededores de los hoteles. Entre las múltiples tentaciones,
la perla de Tahiti, es la más difícil de resistir. Sin montar
o engastada, en keshi, barroca, en forma de pera o perfectamente redonda,
la perla representa el mejor reflejo de las islas. Las numerosas boutiques
dan a elegir entre todos los estilos y la gama de precios está al
alcance de cualquier bolsillo.
El pareo pintado de colores vivos y con motivos evocadores, es generalmente
una de las primeras adquisiciones para usar al borde de la laguna.
Los objetos de artesanía agradan por su valor estético y
práctico, pudiendo ser objeto de regalo o de recuerdo, esculturas
en maderas preciosas como los "umete" sombreros trenzados artísticamente
o bordados como los magnífícos "tifaifai". Sin olvidar
otros como collares de conchitas , nácares pulidos o engarzados en
joyas, carteras trenzadas, cajas decoradas, vanillas, "monoï"
….Hay para todos los bolsillos.
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Al los visitantes curiosos, la montaña ofrece paseos agradables
por los valles salvajes de sombras y de luces, en las catedrales de helechos
en el en cuentro de las cascadas imponentes y en el descubrimiento de grutas
misteriosas y de sitios arqueológicos empregnados de leyendas. Pero
está aconsejado a los excursionistas no aventurarse solos e ir acompañados
de un guía.
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Los turistas tienen la posibilidad de alquilar un coche para hacer el recorrido
de la isla ; solos, pueden parar donde quieran para contemplar los acantilados
abruptos y las playas de arena blanca o negra según la isla en la
que se encuentren, beber o saborear productos locales, visitar centros de
artesanía o museos. También los aficionados al ciclismo encontrarán
bicicletas de alquiler.
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El
papel de turismo en Polinesía[TOP]
La llegada de turistas ha ido creciendo desde 1991, para llegar a la cifra
de 252.000 en el 2000. Este aumento es atribuible a los dos paquebotes Renaissance
(Renacimiento). En efecto, el 2000 ha sido el primer año de explotación
plena de los dos navíos, que han traído solos cerca de 50.000
pasajeros (un 20% del total de los turistas). Los millones de francos polinesios
(fcp) invertidos en el mercado americano han contribuido fuertemente a aumentar
la percepción del destino. Considerado como prioritario para el desarrollo
turístico de Tahití y sus islas, el sector de cruceros se
ha beneficiado de numerosas ventajas fiscales (ley Pons, exoneración
de los derechos de entrada).
Este aumento del turismo también ha sido confirmado por los hoteleros.
El sindicato de grandes hoteles (SGH) ha constatado igualmente un alza.
La hostelería pequeña, en fase de estructuración (adjudicación
de las categorías, sito de reservas por Internet), está ampliamente
sostenida por los poderes públicos, y experimenta una fuerte progresión.
A finales de 2000, la capacidad hotelera llegaba a las 1037 plazas, repartidas
entre más de una veintena de islas. La oferta del transporte aéreo
ha aumentado en un 3,1% para los vuelos regulares y en un 221% para los
no regulares (vuelos de Hawaian Airlines, que transportan a los pasajeros
de los dos paquebotes Renaissance). El coeficiente medio de ocupación
de los aviones, que es de un 80%, traduce la rigidez de las comunicaciones
con destino Tahití y sus islas, forzando a numerosos turistas a elegir
otros destinos.
Air Tahiti Nui, la compañía internacional creada en 1997,
que asegura los enlaces regulares con los Estados Unidos y Japón,
ha sufrido este año graves trastornos, obligando al territorio a
aumentar su participación del 40 al 58% del capital. Si la contribución
de esta compañía a la economía local es indiscutible
(31.000 pasajeros transportados en 2000, más de un 16%), la cuestión
de su rentabilidad está todavía por demostrar.
Conclusión
[TOP]
Para los habitantes, el turismo constituye una agua de mayo que, aunque
difícilmente cuantificable con precisión en la escala del
territorio, es bien real.
El sector de turísmo se define dentro del cuadro del programa estratégico
para el fortalecimiento de la autonomía ecónomica y financiera
del territorio, como principal industria de Polinesía. No obstante,
los sucesos del 11 de Septiembre (los atentados de las Torres Gemelas) han
hecho dudar a los responsables de la industria hotelera. Después
de estos hechos, los paquebotes "Renaissance" están al
borde de la quiebra, ya no transportarán a los turistas aficionados
de ese género de cruceros. Los hoteles han visto cómo se reducía
su tasa de ocupación, y según algunos periódicos locales,
algunos consideran el cierre de temporada. El "club Med" está
decidiendo si cerrar a partir del 1 diciembre hasta junio de 2002. Otros
hoteles revisan sus tarifas a la baja, incluso hasta mitad de precio, para
captar a la clientela local. Cuando vemos la influencia que los sucesos
mundiales pueden tener en la economía turística, ¿
no sería mejor desarrollar otros sectores ? Como dice el proverbio,
"no hay que poner todos los huevos en la misma cesta".
léxico
polinesio
Exposicón de Fabienne [TOP]
El Turismo En Tahiti y En Sus Islas:
