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El Tatuaje :
La leyenda:
Según el origen divino, eran los dos hijos del dios Ta' aroa que, para seducir a Hina, utilizaron esta práctica muy decorativa, ellos lo usaron muy a menudo y lo aprendieron a los hombres. Arhu y ti Ra' i Po' se volvieron los dioses del tatuaje.
El tatuaje señalaba el final de la infancia. El padre del tatuado debía a veces ahorrar años para permitir a sus hijos hacerse tatuar. Debía alojar a los tatuadores y alimentarlos durante las celebraciones.
Los hijos mayores del jefe se hacían tatuar de la cabeza a los pies, mientras que todos los otros se lo hacían en el sentido opuesto. Los motivos eran función de la edad, el sexo y el rango social del tatuado.
Los motivos comunes del tatuaje en Polinesia son esencialmente geométricos. Son disposiciones de triángulos en colores lisos y en friso, en tablero sobre el torso, en líneas punteadas, continuas, derechas, en arcos o en espirales sobre el vientre, la espalda, los brazos y las piernas. También apreciadas, las figuraciones de hombres (antepasados, héroe...), animales y plantas, simplificadas al extremo. En cambio, se tatuaba más comúnmente a las mujeres sobre los labios, las nalgas, el sexo y las pantorrillas, a veces el pecho, el vientre y las piernas.
Práctica prohibida por los misioneros, el tatuaje desaparece para reaparecer durante las fiestas del Turai de los años 80 y con ayuda de los artistas samoanos. Debemos este renacimiento a los primeros aventureros que catalogaron los motivos marquisianos dibujándolos sobre piezas de madera.
Se consideran los motivos marquisianos como el estilo más acabado del conjunto del triángulo polinesio.
Guerrero con tatuajes tradicionales
