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La guerra civil de España :
I los orígenes de la guerra
A. una sociedad de divisiones anticuadas
En los orígenes del conflicto, se puede tener en cuenta la persistencia, en España del primer tercio del XXe siglo, de estructuras económicas y sociales anticuadas. La clase de los grandes latifundistas que poseen latifundios, a menudo nobles, domina un país que sigue siendo esencialmente agrícola. Esta alta sociedad se basa en un clero católica muy rico, y de manera general, muy conservador. Se basa también en un ejército cuyos muy numerosos funcionarios defienden el orden tradicional. Se interesa poco por el desarrollo industrial, los sectores más rentables siendo entre las manos de capitales extranjeros.Frente a eso, los dos tercios de los activos son agricultores, y los tres cuartos de estos últimos constituyen un proletariado agrícola mal pagado. En cuanto a los obreros de las minas (Asturias) o de la indústria (Cataluña), llevan numerosas y violentas luchas para combatir el desempleo y los bajos salarios que resultan de la competencia de los países avanzados. las categorías intermedias son poco numerosas, pero proporcionan muchos cuadros y teóricos a los partidos de izquierda
B. La subida de las tensiones sociales
Con la segunda República española, cuyo nacimiento en 1931 se acompaña de violentas manifestaciones populares anticlericales, una alianza de socialistas moderados y republicanos intenta aplicar un extenso programa de reformas: reforma agraria (15 de septiembre de 1932), jubilación anticipada ofrecida a los funcionarios, separación de la Iglesia y el Estado, derecho de voto concedido a las mujeres, autorización del divorcio por acuerdo mutuo, abolición de los títulos de nobleza, autonomía relativa a Cataluña, enseñanza para todos.
C. el pronunciamiento de julio de 1936
El 17 de julio de 1936, el general Sanjurjo, el iniciador de la conspiración refugiada en Portugal, a la cual se adjuntaron el general Mola, el comandante principal de los ejércitos de Marruecos español que se ha convertido en gobernador de Pamplona, y el general Franco, jefe de la orden general de Canarias, se hacen dueños de Marruecos, Canarias y las Baleares. Al día siguiente, Franco, llegado a Marruecos, toma la orden de las fuerzas levantadas del sur de la península, y la insurrección militar gana las guarniciones a través de toda España.II.La guerra civil de España
1. Afirmación de Franco
Los rebeldes nacionalistas lanzan dos campañas que mejoran sensiblemente sus posiciones. Mola ataca la provincia vasca de Guipúzcoa para aislarlo de Francia. En paralelo, el ejército Franco (divisiones marroquíes y guardias civiles) de anticipo hacia el norte en dirección de Madrid, causando masacres sobre su paso, en particular, el de 2.000 presos a Badajoz tomado el 14 de agosto por el general Yagüe. Los dos bloques de la España nacionalista hacen su unión después de esta victoria, el 3 de septiembre. Consolidan sus posiciones durante los meses de agosto y septiembre. Las tropas franquistas del general José Enrique Varela llegan a Sevilla, Córdoba, Granada y Cádiz. Los republicanos no llegan a obtener tan buenos resultados. En efecto, las columnas de milicianos republicanos permanecen bloqueadas por la sede de la guarnición rebelde restada en la fortaleza del Alcázar en Toledo y las ciudades de Oviedo y Zaragoza, que cayeron rápidamente a las manos de los rebeldes.
El 21 de septiembre de 1936, sobre un aeródromo cerca de Salamanca, los generales rebeldes, a excepción del general Sanjurjo, muerto en un accidente de avión, eligen a Franco como general por razones militares evidentes, y también para facilitar sus relaciones con Hitler y Mussolini. El mismo día, Franco lanza sus fuerzas al sureste de Madrid para liberar la guarnición de Toledo (27 de septiembre de 1936), perdiendo una excelente ocasión de atacar la capital cuyas defensas no están listas. Pero eso le permite reforzar su poder adquiriendo una victoria estrepitosa y hacerse reconocer como jefe de la rebelión nacionalista.
Franco retrasa pues el ritmo de la guerra para proceder a una purga política masiva en los territorios ocupados. Confirmado como Caudillo y Jefe de Estado, el 1 de octubre de 1936, con todos los poderes (a vida a partir de 1938), impone la unidad obligando las distintas tendencias, en particular, los phalangistes por fundirse en un movimiento político oficial, y poniendo al paso a los carlistes. Controla entonces una zona muy centralizada. En cambio, la República, ella, liada en importantes divisiones entre comunistas y socialistas moderados, que hacen de la victoria militar su prioridad, y los anarquistas, trotskistas y socialistas de extrema izquierda, que están preocupados aún más por la revolución social y se esfuerzan en desarrollar el movimiento de colectivización de las tierras y las fábricas, en particular, en Cataluña y Aragón, pensando que ésta estimulará la defensa.
2. 2. La situación en el verano de 1937
A partir del verano de 1936, en la zona nacionalista, las masacres de republicanos de todos los bordes se suceden, a la vez sobre Directiva militar oficial y sobre iniciativas locales. El poeta Federico García Lorca, fusilado en las primeras horas de la guerra civil, sigue siendo el ejemplo más famoso. Los refugiados acomodados de las zonas republicanas encuentran fácilmente su lugar en la zona franquista. Los voluntarios extranjeros (20.000 Portugueses, hasta 70.000 Italianos en 1937, .16.000 profesionales alemanes por grupos sucesivos) no faltan, así como el material (1.000 aviones italianos y alemanes, 10.000 metralletas italianas, 100.000 fusiles italianos, 136 Messerschmitt-109 a partir de marzo de 1937, etc.).
3. Del Ebro a Madrid: el final de la República
En julio, Franco se detiene a las puertas de Barcelona, sin atacar, prefiriendo llevar una campaña de gran envergadura sobre Valencia. Los republicanos se defienden con empeño, pero en vano. El 23 de julio de 1938, los nacionalistas se encuentran a menos de 40 km de Valencia. En último extremo, Rojo lanza una gran ofensiva de diversión sobre el Ebro con el fin de intentar restablecer un punto de contacto con Cataluña. Sus fuerzas alcanzan Ghanesa, por cerca de 40 Km, pero están bloqueadas por los refuerzos nacionalistas. A pesar de la de la poca importancia estratégica del territorio que se tomó, Franco, determinado a destruir el ejército republicano, se lanza en una guerra de desgaste que dura tres meses.A mediados de noviembre, al precio de pérdidas humanas considerables de los dos lados, se expulsa a los republicanos del territorio que tomaron en julio. Se supe entonces prácticamente la República.
Al final del mes de noviembre comienza la ofensiva contra Barcelona, que cae el 26 de enero de 1939. Negrín, siempre respaldado por los comunistas, prosigue sus esfuerzos ordenación la resistencia. En Madrid, 5 de marzo, el comandante del ejército republicano del Centro, el coronel Segismundo Casado, con el general Miaja, forman a una junta que lo invierte. Esta junta constituye un Consejo de defensa cuyas tentativas de paz negociada se rechazan por Franco. Después de una "pequeña guerra civil" en la guerra civil donde la junta combate la oposición comunista, las fuerzas republicanas comienzan a rendirse progresivamente. Los nacionalistas entran en una capital en estado de choque, el 27 de marzo. Cuatro ciento mil de republicanos deben tomar el camino del exilio para Francia, donde se agrupan en campos.
III. El final de la Guerra
El 31 de marzo de 1939, los nacionalistas conquistaron la totalidad del territorio español. Una dictadura que durará treinta y ocho años se instala en una España arruinada.
Además 200.000 ejecuciones tuvieron lugar de 1939 a 1943, mientras que millares de presos de guerra permanecieron en campos o unidades disciplinarias. Por otra parte, 400.000 republicanos se han exiliado, principalmente a Francia y Sudamérica.
Los cuadros de la oposición republicana exiliados o muertos, el país devastado, una Europa que prepara la guerra, del Reino Unido a la Unión Soviética, son tantos elementos favorables para Franco, permitiéndole construir una dictadura duradera, que sabrá preservar de demasiados compromisos con Hitler..
Suscitando un fuerte impulso de apoyo internacional, la causa de los republicanos españoles dio lugar a una intensa producción artística y literaria.
Dossier de Sean
Fuentes :Quid ,Encarta
